Aplicado a nuestros intereses, estos gestos básicos podrían ser utilizados para dirigir a los alumnos en cualquier actividad musical o de danza, en alguna actuación a interpretar delante del colegio o similar.
En cuanto al director de orquesta se ha de decir que su presencia es muy importante para el buen funcionamiento de la misma. Aparentemente, se puede pensar que los músicos centrados en tocar su instrumento y leer su partitura, no pueden ver ni atender a los gestos del director. Sin embargo, pensar esto es un error, ya que el campo visual es muy grande y se pueden apreciar los movimientos de brazos y los gestos del director para seguir sus indicaciones. Además el director utiliza una batuta, como forma de alargar su brazo para que le vean mejor.
Lo más difícil en el mundo de la orquesta es empezar y acabar una obra todos los músicos a la vez. Para ello, lo primero que hace el director de orquesta cuando se incorpora a la escena, y tras saludar al público es delimitar una mesa imaginaria con sus manos sobre la que llevará el ritmo y el tempo que marcará en cada momento. Con golpes secos movidos desde el brazo marca el director el ritmo, pudiendo también con una mano subirla o bajarla indicando la intensidad con la que los músicos deben tocar. Otra opción es ir señalando de manera individual o por grupos para ejecuten su pieza. Hay muchos gestos de dirección que se pueden llevar a cabo.
Se mencionaron algunos directores de orquesta cuya característica más importante era la gran gesticulación con la que dirigían. Uno de ellos es Gustabo Dubamel, en el enlace siguiente se puede apreciar cómo sus gestos dirigen a una orquesta sin dejar indiferente a nadie.
https://www.youtube.com/watch?v=vHqtJH2f1Yk
